Tal día como hoy, hace 28 años, la OMS retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales y por ello, año tras año, reivindicamos en este día poner fin a las agresiones verbales, físicas e institucionales, así como a la discriminación, acoso y violencia que sufrimos a diario las personas que no encajamos en el modelo cisheteronormativo que corrompe nuestra sociedad.
Aunque se haya avanzado considerablemente en materia legislativa en los últimos años, no podemos afirmar que dichos avances sean reales y efectivos en nuestro entorno, y los datos hablan por sí solos: en lo que llevamos de año, aquí en La Rioja ha habido un alarmante repunte de agresiones machistas, fascistas y homófobas contra nuestro colectivo. Desde Marea Arcoíris hemos contabilizado hasta siete agresiones homófobas en este 2018, pero son solo la punta del iceberg. El machismo, el fascismo y el odio caminan con total impunidad por nuestras calles sin que ninguna institución decida hacer nada al respecto.
Queremos rendir homenaje en este día a víctimas de la LGTBIfobia como Ekai y Thalía, víctimas de una sociedad cisheteropatriarcal, intolerante y basada en la cultura del odio y denunciamos la falta de implicación, tanto a nivel institucional como presupuestaria, que tiene nuestro Gobierno en materia de diversidad sexual y de género, así como que se financien asociaciones que se dedican a difundir el odio entre la población.
Demandamos así la puesta en práctica de medidas inclusivas en las aulas de nuestro país, puesto que la base de una sociedad reside en la educación, una educación de calidad, laica, gratuita y diversa. Reclamamos la aprobación de la Ley de Igualdad LGTBI para atajar este problema desde la raíz, así como la aprobación de la Ley Trans en La Rioja que se encuentra paralizada por la negativa del Gobierno del PP.
Porque estamos hartas de escondernos en un armario, de ser insultadas por ir con nuestra pareja de la mano, de ser apaleadas, discriminadas, maltratadas y asesinadas. Porque nos queremos vivas y no nos vamos a someter al cisheteropatriarcado que nos rodea. Porque somos transmaribibollos y estamos orgullosas, porque nuestro orgullo es protesta, protesta ante la homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia que nos oprime.
Que la lucha sigue y que no pararemos de organizarnos ante las vejaciones que sufrimos a diario. Porque ayer fueron Ekai y Thalía y mañana puede ser cualquiera de nosotras. Que frente al fascismo, el machismo, y la LGTBIfobia, NI UN PASO ATRÁS.
Hoy más que nunca gritamos basta ya de LGTBIfobia, basta ya de agresiones.
¡NINGUNA AGRESIÓN SIN RESPUESTA!
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