Hace ya 10 años que se viene repitiendo una llamada a las mujeres lesbianas a vivir su orientación sexual con igual libertad que las personas heterosexuales. Hace ya 10 años desde que se escogió el 26 de abril como Día de la Visibilidad Lésbica. ¿Hasta cuándo tendremos que insistir en la necesidad de políticas activas dentro de los partidos políticos, fuerzas sindicales, federaciones deportivas y entidades empresariales para garantizar la igualdad? Porque la vida, nuestra vida, está fuera del armario. Porque no estamos solas. Porque como mujeres lesbianas existimos, trabajamos, amamos, creamos, tenemos hijas e hijos, pagamos nuestros impuestos, votamos, decidimos. Es el momento de romper el silencio de una vez por todas, el momento de vivir una vida plena, el momento de darnos a nosotras mismas el derecho a la felicidad. Visibilizarnos como lesbianas es el camino, porque lo que no se ve no existe.
Siendo visibles ganamos todas, ganamos más referentes, más salud, más libertad, más placer, más plenitud. Siendo visibles podemos exigir a las instituciones un compromiso público y firme de apoyo a la visibilidad lésbica, adoptando las medidas necesarias que nos dejen desarrollarnos plenamente en el entorno familiar, laboral, sanitario, educativo y social, de una manera real.
Como mujeres a las que les gustan las mujeres, queremos que se deje de utilizar la sexualidad entre mujeres como producto para el consumo heterosexual masculino. Exigimos el acceso al sistema de salud sexual y reproductiva sin discriminación por motivo de nuestra orientación o prácticas sexuales, hay coito más allá del heterosexual. No nos gusta una educación basada en esquemas de heterosexualidad obligatoria y carente de de una realidad que ahora mismo es diversa. Exigimos medidas contra el acoso escolar por motivo de orientación sexual.
No nos olvidamos de las mujeres lesbianas que ya son visibles, que se han convertido en nuestras referentes, pero tampoco de las que son invisibles, las mujeres lesbianas racializadas, las mujeres lesbianas más pobres, las mujeres lesbianas explotadas. Porque todas nosotras existimos y todas nosotras nos tenemos que hacer ver, nos tenemos que dejar ver. Debemos ocupar los espacios políticos desde nuestra condición de lesbianas, debemos tomar la relevancia que nos corresponde en el colectivo LGTBI+ y en los espacios feministas.
El camino para la igualdad pasa por la visibilidad, es el único modo de desmontar los armarios que encierran con especial crueldad a las mujeres lesbianas, de terminar de una vez por todas con la lesbofobia que aún persiste en esta sociedad. La lesbianas existimos, existimos más allá de las paredes de nuestras casas.
Siendo visibles ganamos todas, ganamos más referentes, más salud, más libertad, más placer, más plenitud. Siendo visibles podemos exigir a las instituciones un compromiso público y firme de apoyo a la visibilidad lésbica, adoptando las medidas necesarias que nos dejen desarrollarnos plenamente en el entorno familiar, laboral, sanitario, educativo y social, de una manera real.
Como mujeres a las que les gustan las mujeres, queremos que se deje de utilizar la sexualidad entre mujeres como producto para el consumo heterosexual masculino. Exigimos el acceso al sistema de salud sexual y reproductiva sin discriminación por motivo de nuestra orientación o prácticas sexuales, hay coito más allá del heterosexual. No nos gusta una educación basada en esquemas de heterosexualidad obligatoria y carente de de una realidad que ahora mismo es diversa. Exigimos medidas contra el acoso escolar por motivo de orientación sexual.
No nos olvidamos de las mujeres lesbianas que ya son visibles, que se han convertido en nuestras referentes, pero tampoco de las que son invisibles, las mujeres lesbianas racializadas, las mujeres lesbianas más pobres, las mujeres lesbianas explotadas. Porque todas nosotras existimos y todas nosotras nos tenemos que hacer ver, nos tenemos que dejar ver. Debemos ocupar los espacios políticos desde nuestra condición de lesbianas, debemos tomar la relevancia que nos corresponde en el colectivo LGTBI+ y en los espacios feministas.
El camino para la igualdad pasa por la visibilidad, es el único modo de desmontar los armarios que encierran con especial crueldad a las mujeres lesbianas, de terminar de una vez por todas con la lesbofobia que aún persiste en esta sociedad. La lesbianas existimos, existimos más allá de las paredes de nuestras casas.
Acto en el día de la Visibilidad Lésbica:
Nuestra presidenta, Déborah Pimentel Jiménez, presentara a la escritora referente de la literatura lésbica Pilar Bellver y su libro A Virginia le gustaba Vita en la Casa del Libro de Logroño a las 19:00h
No hay comentarios:
Publicar un comentario