sábado, 14 de mayo de 2011

COMPROMISO CON EL MOVIMIENTO POR LA LIBERACIÓN SEXUAL



Desde Izquierda Unida de La Rioja nos presentamos a estas elecciones conscientes y orgullosos de haber participado en los avances sociales de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, y nos sentimos especialmente satisfechos porque estos avances los hemos conseguido trabajando con el conjunto de movimientos sociales LGTBI a través de mucha lucha y organización política.

Lo que nos queda por conquistar sólo podremos conseguirlo por la misma vía, es decir, vindicando y luchando por nuestra dignidad, porque tenemos el derecho a elegir nuestra identidad, a decidir sobre nuestros cuerpos y a hacer realidad nuestros deseos.

Cometeríamos un gran error si creyéramos creer que ya está todo conseguido en la igualdad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, a pesar de los avances legales que hemos conseguido en los últimos años. Es evidente que las principales trabas para la igualdad real siguen ahí:

Seguimos padeciendo una educación que nos agrede y discrimina, en la que se nos impone la heterosexualidad como único modelo válido y donde sufrimos las mayores tasas de acoso escolar. Continuamos discriminadas en los barrios, en los pueblos pequeños, en nuestros puestos de trabajo o en nuestras familias. Se invisibilizan diferentes modelos de familias, entre ellas, la homoparental y se instauran políticas LGTB sin contemplar la realidad bisexual. Se siguen imponiendo modelos de cuerpos y de vivencias sexuales que nos oprimen y nos amargan. Los estereotipos de belleza y moda con los que se nos bombardea a diario nos imponen modelos irreales con los que nunca nos sentiremos a gusto. El colectivo sero-positivo continúa estigmatizado.

Porque urge desarrollar políticas que contemplen a la diversidad del colectivo LGTB en todas sus facetas, confluyendo con múltiples colectivos que padecen discriminación y que están en situación de desigualdad (ciegas, sordas, ancianas, personas en silla de ruedas...). Porque seguimos sin dignificar y agradecer a todas las personas (incluidas las LGTBI) que lucharon contra la dictadura franquista. Porque aún recibimos insultos cuando caminamos por la calle. Porque seguimos inmersas en un sistema hetero-patriarcal que nos invisibiliza y nos agrede a cada momento. Porque aún falta mucho para conseguir la igualdad real y para avanzar hacia la liberación sexual de nuestros cuerpos en la esfera pública.

Por todo ello Izquierda Unida de La Rioja se presenta a estas elecciones sabiendo que queda mucho por hacer, no sólo desde las instituciones, sino también en la calle trabajando, codo con codo, con los movimientos LGTBI para acabar con la LGTBIfobia inmersa en nuestra sociedad.

Nuestra propuesta política LGTBI es transversal a todo programa político tanto en la forma de elaboración del mismo, como en las propuestas de todas las áreas, pero nuestras apuestas concretas en materia de diversidad sexual están estructuradas en los siguientes apartados:

1. La diversidad de la realidad transexual

El año 2006 fue histórico en la lucha por los derechos de las personas transexuales. Se aprobó la Ley de Identidad de Género que permite modificar la inscripción en el Registro Civil sin el requisito previo de una intervención quirúrgica. Pese a ello, la discriminación y estigmatización del colectivo transexual sigue estando patente.

No hace mucho se consideraba que la homosexualidad era una enfermedad psiquiátrica. A día de hoy la transexualidad se sigue considerando como tal. Por eso Izquierda Unida de La Rioja ha reivindicado y se ha sumado a la campaña estatal por la despatologización de la transexualidad en los manuales psiquiátricos que culminará en el 2012. Hay que desclasificar la transexualidad de los manuales psiquiátricos, exigir que se retire la categoría de "disforia de género" de la actual Ley de Identidad de Género de 2007 y eliminar la obligatoriedad de los tratamientos médicos y psicológicos sin perjuicio de la cobertura por la Sanidad Pública que es la única que puede garantizarnos este derecho en igualdad. Hay que eliminar también las restricciones que no permiten a las transexuales inmigrantes acogerse a los avances conseguidos.

Desde IU nos comprometemos a visibilizar y reivindicar la lucha del colectivo transexual en las instituciones valencianas. Somos conscientes de que hay que dar la voz a los movimientos sociales trans e intersex, que están hablando alto y claro con pluralidad de iniciativas, como la campaña de la Red Internacional por la Despatologización.

Por otra parte, las personas transexuales siguen invisibilizadas, discriminadas y agredidas en muchos ámbitos: laboral, educativo, medios de comunicación, etc, por lo que todavía hay un largo camino que recorrer en la lucha por los derechos de este colectivo. En este sentido, IU se propone trabajar para hacer posible la promulgación de una Ley Integral de No Discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales y que articule toda una serie de propuestas principales en estos dos ámbitos:

SANIDAD: Garantizar de forma real la cobertura gratuita de todo el proceso de reasignación de sexo, incluidas las transexuales inmigrantes. Para garantizar una formación específica y general sobre transexualidad del personal sanitario correspondiente, así como atención de las familias.

ÁMBITO LABORAL: Políticas de acción positiva para combatir las altas tasas de paro y trabajo precario de las personas transexuales: cursos públicos de formación laboral para transexuales que así lo soliciten, políticas de incentivos (desgravaciones fiscales) para la contratación de personas transexuales, etc.

Pero siempre siendo conscientes de que son las propias transexuales las que tienen que autodefinir sus propias políticas, y esto sólo es posible con la participación del colectivo trans no solo en la toma de decisiones y orientaciones de las políticas públicas, sino en su desarrollo e implementación.

2. La Diversidad Sexual en el Sistema educativo.

Nuestro principal caballo de batalla a día de hoy para la consecución de la igualdad es la Educación.

A pesar de que la LOE, ya en su preámbulo, establece que uno de los objetivos de la Educación ha de ser precisamente “el reconocimiento de la diversidad afectivo-sexual” (también reconocido en el art. 27 de la Constitución Española), nos encontramos en una situación de vacío legal que deja al libre albedrío de editoriales, centros o profesores la verdadera inclusión de contenidos en materia de diversidad sexual en los currículos escolares.

Si pretendemos construir una sociedad en la que podamos convivir en igualdad y sin discriminaciones, es imprescindible proporcionar a los y las estudiantes una educación afectiva y sexual de calidad, pues la ausencia de ésta no sólo influirá en posibles disfunciones sexuales sino que también impedirá transformar las bases sociales para favorecer la construcción de una sociedad más libre y diversa. No podemos olvidar que si bien la sexualidad humana está íntimamente ligada a lo privado, también está regulada social y culturalmente. El conocimiento sexual nos ayuda a crecer como personas. Aprender a ser felices es un reto permanente del ser humano, y la coeducación sexual contribuye, de una manera importante, a lograr esa felicidad, dando respuesta a las necesidades de aprendizaje vividas activamente por los y las estudiantes.

Debemos recoger la inclusión en el currículo de la Educación Afectiva y Sexual. Esta inclusión ha de llevarse a cabo por un lado de forma específica abordando temas concretos acerca de la sexualidad, los roles, los diversos modelos familiares, la discriminación de personas LGTBI, etc. pero también de forma transversal, revisando todo una serie de contenidos androcéntricos que reproducen estructuras heteropatriarcales que en el mejor de los casos invisibilizan cuando no atentan contra la dignidad de la personas LGTBI.

Actualmente nos encontramos con un sistema educativo que padece graves déficits desde la perspectiva LGTBI: No existen muchos referentes visibles en nuestras aulas, pues nuestros profesores y profesoras aún temen a la estigmatización y las consecuencias profesionales que podría ocasionarles esa visibilidad. Tampoco las y los profesionales de la educación cuentan con recursos o herramientas que ayuden a identificar, mediar o resolver los conflictos y la violencia derivados de la diversidad afectivo-sexual. Hay muy pocos libros de texto, de lectura, de consulta, etc. que reflejen la realidad LGTBI, que permitan la identificación de personas LGBTI para lograr una verdadera integración en el sistema educativo de otras perspectivas y realidades sociales. El lenguaje que se emplea en los centros de enseñanza es totalmente heteronormativo. Y lo que es más alarmante los y las adolescentes LGTBI sufren en su mayoría verdaderas situaciones de violencia por el mero hecho de su condición sexual. La homofobia y el sexismo están sirviendo de doble forma para acosar e intimidar a los chicos y chicas más vulnerables: por una parte, se persiguen todas las rupturas de género y sexualidad de todas y todos, independientemente de su orientación sexual y género. Por otra parte, se recuerda a los chicos y chicas gays, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales que han de esconderse, que han de ocultar partes significativas de sus vidas y que si se muestran tal cual son, pueden ser objeto de el rechazo, aislamiento, burla y acoso. Todas estas características conforman un sistema educativo que obvia la formación afectivo-sexual y no propicia una verdadera transmisión de valores que eduquen en la diversidad y el respeto.

Con la asignatura de “Educación para la Ciudadanía” se intentó paliar parte de esta carencia del Sistema Educativo con la inclusión de dos puntos en el currículum básico. Sin embargo esto no es suficiente. La ambigüedad con la que el Ministerio de Educación decidió abordar en los contenidos mínimos la educación afectivo sexual y la cuestión familiar (“La familia en el marco de la Constitución Española”) ha permitido el margen suficiente para que algunas editoriales, sea por cuestión ideológica o por el miedo a una potencial pérdida de clientes, se hayan permitido borrar de la faz de la educación a las personas LGTBI o las familias homoparentales. Lógicamente los colegios más reaccionarios elegirán aquellas editoriales más conservadoras y seguirán sin incluir una perspectiva LGTBI educando en el odio y marginación por motivos de condición sexual.

Desde Izquierda Unida de La Rioja creemos importante resaltar que nadie puede imponer una educación homófona y tránsfoba a sus hijos e hijas, ni tampoco los centros pueden seguir educando en el odio y la discriminación. Es necesario que se denuncie la LGTBIfobia familiar ya que es un maltrato infantil y también la LGTBIfobia educativa que anula los derechos de los niños y niñas apelando a falsos derechos de los centros educativos y de los padres y madres. Proponemos además una regulación más exhaustiva que garantice la inclusión de contenidos LGBTI encaminados a educar en la diversidad sexual.

Tampoco hay que olvidar que otra pieza clave en el sistema educativo es la educación superior. La Universidad cumple la función de formar a los y las formadores, en definitiva profesionales que van a ser las y los encargados de transmitir y educar a las nuevas generaciones. Por tanto IU considera imprescindible que en el master de formación del profesorado (actualmente necesario para poder ejercer como profesor/a tras la reforma de Bolonia) se incluyan contenidos relevantes en materia de diversidad sexual. Los y las formadores tienen que ser formados para tratar esta temática y más teniendo en cuenta que se van a encontrar con adolescentes LGTBI en sus aulas.

Por todo ello Izquierda Unida de La Rioja propone:

La inclusión en el currículum educativo tanto de forma trasversal como específica de contenido relevantes sobre educación afectivo sexual, sobre la diversidad de modelos familiares, sobre valores de respeto y diversidad, etc.

La elaboración de materiales específicos en materia de diversidad sexual complementarios a la formación formal (contando con la participación conjunta en su elaboración de colectivos LGTBI) así como la creación de programas de colaboración con los distintos centros educativos y los colectivos LGTBI.

Garantizar que en todos los centros públicos de enseñanza haya un servicio psicopedagógico con la colaboración de colectivos LGTB que tenga conocimientos sobre diversidad sexual y que pueda atender a estudiantes o mediar en los conflictos que surjan en los centros.

Programas de formación específicos en educación afectivo sexual para las y los profesores en los que participen también los colectivos LGTB.

Estudios sobre la situación de acoso y violencia (bullying) para conocer la realidad de nuestros centros educativos y articular una serie de medidas para atajar con la grave situación que sufren las y los adolescentes LGTBI.

La creación de unos contenidos mínimos de educación afectiva sexual para introducirlos en los planes de estudio de los master de formación del profesorado que se cursan en la Universidades de La Rioja.

3. Derechos humanos.

La exigencia a todos los territorios que se benefician de las políticas municipales o autonómicas de cooperación al desarrollo de la garantía de no discriminación y respecto de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales en su territorio.

Puesta en marcha de iniciativas que favorezcan la dignidad de las personas que ejercen la prostitución, tales como programas de reducción del riesgo sanitario y de reinserción social y laboral y, en general, todas aquellas medidas que permiten la superación de las situaciones de exclusión social de este colectivo.

4. Compromiso por la visibilidad, la liberación y la igualad de lesbianas gays, bisexuales, transexuales e intersexuales...

1.- La promoción de campañas de información social que denuncien los comportamientos homofóbicos, bifóbicos y transfóbicos y promuevan comportamientos y actitudes de respeto e igualdad.

2.- La completa supresión, en la documentación oficial, de requisitos, contenidos, menciones y signos discriminatorios hacia cualquier orientación sexual, promovidos desde instancias tanto públicas como privadas.

3.- La retirada de cualquier ayuda o subvención por parte de la Administración (local o autonómica) a aquellas entidades que, por su ideología o actividad incurran en cualquier manifestación de homofobia, bifóbia o transfóbia.

4.- Inclusión, dentro de las políticas de los menores, medidas que permitan garantizar la libertad de expresión de la sexualidad, con la finalidad de evitar los problemas de inseguridad, baja autoestima, depresión y otros problemas derivados del rechazo en un ambiente familiar y social que rechaza la homosexualidad, la bisexualidad y la transexualidad.

5.- En los casos de expulsión del hogar familiar por razón de orientación sexual identidad sexual, las administraciones (local o autonómica) deberán facilitar a los o las jóvenes en esta situación, aisladamente o mancomunada, la ayuda tanta material como emocional necesaria: espaldarazo psicológico, orientación jurídica, pisos de acogida, becas de estudio o pensiones de manutención, entre otras.

6.-Adopción de acuerdos de no inclusión de ningún tipo de publicidad o anuncio de comunicación en aquellos medios que no respetan los derechos del conjunto LGTBI.

7.- Convocatoria específica, dentro de las políticas de fomento de las administraciones, de líneas de ayuda a las entidades sin ánimo de lucro que trabajan en el campo de los derechos del colectivo LGTBI.

8.- Dotar las bibliotecas públicas municipales fundamentalmente, con fondos bibliográficos relacionados con la homosexualidad, la bisexualidad, transexualidad e intersexualidad, desde actitudes de respeto y no discriminación a los derechos del colectivo LGTBI.

9.- Campaña de educación y sensibilidad en el Cuerpo de Policía para evitar acosos, especialmente hacia las personas transexuales que se dediquen a la prostitución.

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