Dosmanzanas ha tenido la oportunidad de charlar con Raül Romeva, número 2 de la candidatura de La Izquierda (IU-ICV-EUiA-BA) al Parlamento Europeo. Durante la pasada legislatura Romeva ya ocupó un escaño en la eurocámara, ostentando la vicepresidencia del Intergrupo LGTB, entre otras responsabilidades. Es Doctor en Relaciones Internacionales y Licenciado en Ciencias Económicas por la UAB. Milita en Iniciativa per Catalunya - Verds desde el año 1989.
Dosmanzanas: ¿Cómo puede resumirse el trabajo que ha llevado a cabo como vicepresidente de la Comisión InterLGTB del Parlamento Europeo durante la última legislatura?
Raül Romeva: Mi trabajo se ha centrado en la defensa de principios básicos en los que se supone, se basa la construcción europea, como el respeto y la promoción de la diversidad y la no discriminación. Hemos velado por esos principios; hemos denunciado los ejemplos que prueban como la discriminación y la persecución existe, también, en muchos de los países comunitarios, y no sólo de los llamados nuevos Estados miembro y hemos impulsado directivas antidiscriminatorias de obligado cumplimiento en toda la UE.Como establece el artículo 13 del tratado de Ámsterdam, la Comisión Europea puede tomar medidas para combatir la discriminación por razones de la orientación sexual, pero no siempre lo hace, y por ello una de las funciones de nuestro Intergrupo es llamar la atención cuando las instituciones comunitarias no actúan cuándo, dónde y cómo deben.
DM: ¿Existen diferencias a nivel europeo entre entre el PSOE y su candidatura en materia de igualdad y libertad de expresión afectivo-sexual? ¿Cuáles?
RR: Nuestra experiencia es que el grupo socialista en el Parlamento Europeo demasiado a menudo llega a acuerdos con los liberales e incluso con los conservadores. Acuerdos que algunas veces desbancan los aspectos sociales y los aspectos de igualdad de derechos civiles de las prioridades.
Esta legislatura se inicio con el veto por parte de los grupos de progreso de la nominación como Comisario de Rocco Butiglione tras haber hecho éste numerosas afirmaciones de carácter netamente sexista y homófobo. Esto fue una gran victoria que sin la presión, la energía y el convencimiento de aquellas fuerzas que llaman no mayoritarias no se hubiera dado.
Pero la realidad nos obliga, diariamente, a no perder de vista que siguen existiendo muchos Roccos Butigliones en puestos muy importantes de decisión política y alguno de ellos llamará a la puerta en la próxima legislatura. Por ello debemos estar vigilantes, y recordar que sólo será posible dejar de reclamar derechos y libertades cuando no exista ni un solo caso de discriminación o persecución dentro y fuera de la UE por motivos de orientación o identidad sexual.
DM: Según su opinión, ¿el signo político de la mayoría parlamentaria determina la aprobación de políticas de igualdad enfocadas al colectivo LGTB?
RR: Sin duda, el caso Butiglione que acabamos de comentar es un claro ejemplo. Otro ejemplo lo vivimos el 2008 cuando sectores importantes de la derecha conservadora intentaron impedir que la futura Directiva Anti-Discriminación incluyera la orientación sexual entre los motivos de la discriminación.
Un cierto número de Estados ni siquiera ha transpuesto a su legislación los mínimos que imponen las directivas. Si la mayoría parlamentaria es claramente conservadora seguro que se utilizará para dar marcha atrás.
Un Parlamento de progreso asegura ir más allá en los derechos de las personas y asegurará la iniciación de los procedimientos de infracción contra los Estados que no cumplen. Todo el mundo en la Unión Europea tiene que estar seguro de que no podrá ser discriminado.
DM: En otras ocasiones IU e ICV han incluido en sus listas electorales a reconocidos activistas LGTB, ¿contará en esta ocasión su candidatura con la presencia de activistas LGTB?
RR: Estamos orgullosos de las personas que tienen doble dedicación en los movimientos sociales, como en las entidades LGBT y en ICV. En nuestra lista varios de los candidatos y de las candidatas provienen de los movimientos sociales, también contamos con personas que vienen de los sindicatos y del mundo del trabajo donde han luchado por la igualdad de derechos LGBT.
DM: Dentro de su programa electoral, ¿cuáles son las principales propuestas en materia de libertad de expresión afectivo-sexual?
RR: Nuestro compromiso básico es trabajar por una Europa libre de LGBTfobia. Estoy seguro que dentro de la lucha por los derechos LGBT esta legislatura será la de la T de transexual y transgénero, sin duda el grupo que en la UE tiene menos derechos reconocidos.
Otro de los compromisos con los que nos presentamos a estas elecciones es la de impulsar que la legislación europea armonice a todos los Estados miembros en los estándares más altos en materia de uniones y de matrimonio.
Nuestro compromiso es acabar con las situaciones que se dan en algunos países de la Unión Europea donde todavía quedan impunes delitos homófobos, muchos gobiernos no realizan políticas activas por la integración y el reconocimiento de los derechos de las persones gays, lesbianas y transexuales; en muchas escuelas europeas todavía hay bullyng hacía el alumnado LGBT y muchos países tienen políticas que favorecen la invisibilidad de los niños y las niñas de este colectivo.
DM: A pesar de los avances legales conseguidos en algunos países europeos, como España, en otros persiste la discriminación legal y social hacia el colectivo LGTB. ¿Qué medidas son necesarias para garantizar en todos los países miembros de la UE la igualdad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales?
RR: El Tribunal Europeo de Derechos Humanos y otras instituciones europeas han sentenciado en numerosas ocasiones en favor de los derechos de las personas LGBT, incluido el derecho a reunión, y sin embargo continuamos viendo como es de difícil organizar eventos como la marcha del 28 de Junio en países como Letonia o Polonia. Falta, por tanto, voluntad política para cumplir con los Tratados, pero, sobre todo, faltan mecanismos jurídicos para sancionar a quienes, también desde las instituciones, vulneran derechos y libertades.
DM: ¿Qué puede hacer la UE para evitar la persecución de la minorías sexuales y garantizar los derechos LGTB en otros países de mundo, como Rusia o Irán?
RR: Desde el Intergrupo nos hemos dirigido de manera reiterada a países como Rusia o Moldavia exigiendo el respeto a los derechos LGBT. Personalmente he asistido a la marcha del Orgullo en Moscú y he visto y sufrido al violencia y la rabia de los homófobos. Las instituciones europeas pueden hacer mucho para asegurar que ningún nuevo apartheid pueda darse en el mundo.
Es especialmente horrible el caso de estados teocráticos criminales que pueden sentenciar a muerte a una persona por ser gay.
La existencia de estos hechos en diversos países pone de manifiesto, una vez más, las grandes lagunas del sistema de asilo en la Unión Europea. Que una persona deba pedir asilo hoy porque se le persigue y amenaza de muerte dada su condición de homosexual es sumamente preocupante y demuestra que la promoción de los derechos LGBT deben estar en la parte alta de la agenda internacional. Pero lo más grave es que la Unión Europea, adalid de los Derechos y bandera de las libertades, no considere la persecución por motivos de orientación sexual un hecho suficientemente relevante como para conceder automáticamente el asilo.
DM: Si dos manzanas son una cosa, dos peras otra totalmente diferente, y una manzana y una pera, o una pera y una manzana nunca son iguales que dos manzanas o dos peras... ¿Qué le diría a la autora de esta reflexión?
RR: Está claro que tenemos que convivir con algunas manzanas podridas que rechazan la diversidad y querrían ver un mundo uniforme y gris. Por fortuna el mundo es diverso, lleno de colores y de matices.
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