Con motivo del inicio del curso escolar, que este año tiene como novedad la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, Amnistía Internacional ha hecho pública una declaración en la que recuerda que esta asignatura es un avance necesario pero sólo es un primer paso hacia el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Estado español con la ONU y con el Consejo de Europa.
"No olvidemos que esta asignatura es resultado de un compromiso internacional asumido por los últimos dos Gobiernos del PP y del PSOE para la implantación de una cultura de derechos humanos en las aulas, que nos ha permitido incorporarnos a Europa y superarla incluso en el número de horas lectivas en primaria", ha declarado Esteban Beltrán, director de Amnistía en España.
Sin embargo, la organización considera que todavía queda mucho por hacer para consolidar una cultura de derechos humanos en las aulas, y conseguir que la implantación de la asignatura sea un éxito a largo plazo.
Por ello, ahora que el curso escolar está a punto de empezar, Amnistía Internacional pide al Gobierno que dé un impulso decidido a la promoción de los derechos humanos paliando algunas deficiencias y que la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos sea un instrumento que contribuya a "forjar una cultura de derechos humanos", como señala el Programa Mundial de la ONU.
En primer lugar, la organización considera necesario aumentar progresivamente el número de horas lectivas obligatorias reservadas a la asignatura en Educación Secundaria. Amnistía considera insuficiente la carga lectiva que se ha reservado a esta materia en este nivel, en comparación con países europeos como Irlanda, Portugal, Suecia o Polonia, donde el número de horas mínimas en la enseñanza obligatoria es mayor que en España. Una correcta implantación
En segundo lugar, el Gobierno español debe formular y poner en marcha mecanismos más amplios para la promoción de los derechos humanos.
En este sentido, es necesario incluir la educación en derechos humanos en la formación de los docentes y de quienes se forman para serlo. Por ejemplo, la organización muestra su preocupación por la ausencia de contenidos obligatorios en derechos humanos en las titulaciones de magisterio, así como en la formación continua de los docentes.
También la organización estima imprescindible que el Gobierno cree una Comisión Nacional de Seguimiento de derechos humanos, que ya existe en países como Alemania y Francia, que se ocupe de coordinar y verificar la correcta implantación de la asignatura.
"No olvidemos que esta asignatura es resultado de un compromiso internacional asumido por los últimos dos Gobiernos del PP y del PSOE para la implantación de una cultura de derechos humanos en las aulas, que nos ha permitido incorporarnos a Europa y superarla incluso en el número de horas lectivas en primaria", ha declarado Esteban Beltrán, director de Amnistía en España.
Sin embargo, la organización considera que todavía queda mucho por hacer para consolidar una cultura de derechos humanos en las aulas, y conseguir que la implantación de la asignatura sea un éxito a largo plazo.
Por ello, ahora que el curso escolar está a punto de empezar, Amnistía Internacional pide al Gobierno que dé un impulso decidido a la promoción de los derechos humanos paliando algunas deficiencias y que la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos sea un instrumento que contribuya a "forjar una cultura de derechos humanos", como señala el Programa Mundial de la ONU.
En primer lugar, la organización considera necesario aumentar progresivamente el número de horas lectivas obligatorias reservadas a la asignatura en Educación Secundaria. Amnistía considera insuficiente la carga lectiva que se ha reservado a esta materia en este nivel, en comparación con países europeos como Irlanda, Portugal, Suecia o Polonia, donde el número de horas mínimas en la enseñanza obligatoria es mayor que en España. Una correcta implantación
En segundo lugar, el Gobierno español debe formular y poner en marcha mecanismos más amplios para la promoción de los derechos humanos.
En este sentido, es necesario incluir la educación en derechos humanos en la formación de los docentes y de quienes se forman para serlo. Por ejemplo, la organización muestra su preocupación por la ausencia de contenidos obligatorios en derechos humanos en las titulaciones de magisterio, así como en la formación continua de los docentes.
También la organización estima imprescindible que el Gobierno cree una Comisión Nacional de Seguimiento de derechos humanos, que ya existe en países como Alemania y Francia, que se ocupe de coordinar y verificar la correcta implantación de la asignatura.
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