IU una vez más rechaza el veto parental, que es lo que realmente significa el mal llamado ‘pin parental’, ya que busca que los padres puedan objetar o vetar que sus hijos reciban conocimientos que son fundamentales para su formación en los centros educativos y que están recogidos en la Ley. Además esta propuesta desautoriza y deslegitima al profesorado, vulnera los derechos del alumnado y pone en peligro la convivencia social.
Para Izquierda Unida la propuesta del veto parental que plantea la derecha, ataca la autonomía pedagógica de los centros educativos para promover y organizar actividades complementarias que amplíen o refuercen el currículo así como los valores de tolerancia, respeto, no discriminación por razón alguna así como la igualdad entre hombres y mujeres.
Desde IU manifestamos nuestro apoyo a los colectivos del profesorado, direcciones de los centros educativos como el Colegio Vicente Ochoa de Logroño que recientemente ha sido puestos en la diana, asociaciones de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales que vuelven a ser objetivo directo de la ultraderecha en su intento de eliminar derechos y libertades.
No es verdad que los padres tengan derecho a elegir los contenidos obligatorios que reciben sus hijos en los centros educativos. La libertad de enseñanza que recoge la Constitución no consiste en eso, de lo contrario tal y como ha señalado el Tribunal Supremo se estaría haciendo depender la enseñanza a cada una de las conciencias individuales de los padres y madres cuyos hijos e hijas van a la escuela. Ese derecho que menciona la ultraderecha no es un derecho, es un capricho. Un capricho de incompatible encaje con nuestro marco normativo.
El veto parental no solo es contrario a la obligatoriedad de los contenidos curriculares que establecen las leyes educativas o vulnera el artículo 20 de la Constitución al censurar la libertad de cátedra de los docentes. Esta pretensión va en contra del interés superior del niño al anteponer la ideología de los padres por encima de los derechos de sus hijos y más si estas creencias son discriminatorias o contrarias a los valores constitucionales de convivencia, al exigir a los centros educativos que sean cómplices en un adoctrinamiento familiar que prefiere aislar a los menores de conocimientos que se consideran objetivamente imprescindibles para su formación personal y académica.
Por todo ello desde IU instamos a la Consejería de Educación que defienda al profesorado y no cedan lo más mínimo a los chantajes y ataques de la ultraderecha y siga avanzando hacia la eliminación de los conciertos educativos y subvencionando a centros escolares que segregan por sexo en sus aulas, como forma de lograr una educación pública, gratuita e inclusiva en nuestra región.
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