Defensores de derechos sexuales y reproductivos aplaudieron la “histórica” sesión de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en la que se abordaron, por primera vez en la historia del organismo, las violaciones a los derechos humanos por orientación sexual e identidad de género y en la cual 66 naciones se pronunciaron en favor de una declaración universal acerca de los derechos para personas homosexuales.
En la sesión del jueves pasado de la asamblea, por iniciativa de Francia, con apoyo de países europeos y de América Latina, se presentó la Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género en la que se condenan la violencia, el hostigamiento, la discriminación, la exclusión, la estigmatización y los prejuicios contra personas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual y Trasgénero (LGBT).
De acuerdo con diversas organizaciones nacionales e internacionales, como Amnistía internacional, Human Rigths Watch y la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersex, el hecho de que 66 países hayan firmado la declaración representa “una victoria histórica”, por lo que exhortaron al resto de los estados a sumarse a ese esfuerzo.
La Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género emplaza a las naciones firmantes derogar toda sanción penal que afecte a personas por la única razón de tener una preferencia diferente a la heterosexual.
El documento, presentado por Francia en mayo pasado, urge a los estados miembros de la ONU a tomar las medidas necesarias, sobre todo legislativas, a fin de que la orientación sexual y la identidad de género “bajo ninguna circunstancia” sean castigadas de manera penal.
Las 66 naciones firmantes manifestaron su “alarma y preocupación” ante los atropellos que enfrenta la comunidad LGBT, por lo que censuraron “las violaciones” a las garantías fundamentales que significan ese tipo de sanciones y otras prácticas.
Llamaron a evitar que por la preferencia sexual se realicen prácticas como “el uso de la pena de muerte; ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; el arresto o detención arbitrarios, y la denegación de derechos económicos, sociales y culturales, incluido el de la salud”.
De acuerdo con las organizaciones de derechos humanos, la declaración “transmite el mensaje de que los abusos contra personas LGBT son siempre inaceptables, sin importar en dónde ocurran”.
Boris Dittrich, director de Gestión y Defensa en el Programa de Derechos de LGBT de Human Rights Watch, aseguró que la universalidad significa la ausencia de excepciones, por lo que, sin importar la región del mundo en la que se perpetren, esos abusos deben sancionarse.
El documento –que no es una resolución, sino tan sólo aclara que todas las normas sobre los derechos humanos ya aprobadas internacional o localmente son y deben ser aplicables a las minorías sexuales– fue firmado, entre otros, por Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Canadá, Cabo Verde, Chile, Colombia, Cuba, República Checa, Ecuador, Francia, Finlandia, Holanda, Israel, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Paraguay, Polonia, Reino Unido, Rumania, Suiza, Uruguay y Venezuela. No lo suscribieron Estados Unidos, algunas naciones islámicas y el Vaticano.
Los estados que firmaron la iniciativa hicieron un exhorto a todas las naciones del mundo y a organismos de derechos humanos a realizar un compromiso con la promoción y protección de las garantías fundamentales de todas las personas, con independencia de su preferencia sexual. Asimismo, demandaron que se investiguen los abusos y violaciones a los derechos humanos cometidos por orientación sexual e identidad de género; además de que se permita a los defensores de esas garantías realizar su trabajo sin obstáculos.
Cabe recordar que recientemente los 34 países miembros de la Organización de Estados Americanos aprobaron por unanimidad una declaración similar.
En la sesión del jueves pasado de la asamblea, por iniciativa de Francia, con apoyo de países europeos y de América Latina, se presentó la Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género en la que se condenan la violencia, el hostigamiento, la discriminación, la exclusión, la estigmatización y los prejuicios contra personas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual y Trasgénero (LGBT).
De acuerdo con diversas organizaciones nacionales e internacionales, como Amnistía internacional, Human Rigths Watch y la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersex, el hecho de que 66 países hayan firmado la declaración representa “una victoria histórica”, por lo que exhortaron al resto de los estados a sumarse a ese esfuerzo.
La Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género emplaza a las naciones firmantes derogar toda sanción penal que afecte a personas por la única razón de tener una preferencia diferente a la heterosexual.
El documento, presentado por Francia en mayo pasado, urge a los estados miembros de la ONU a tomar las medidas necesarias, sobre todo legislativas, a fin de que la orientación sexual y la identidad de género “bajo ninguna circunstancia” sean castigadas de manera penal.
Las 66 naciones firmantes manifestaron su “alarma y preocupación” ante los atropellos que enfrenta la comunidad LGBT, por lo que censuraron “las violaciones” a las garantías fundamentales que significan ese tipo de sanciones y otras prácticas.
Llamaron a evitar que por la preferencia sexual se realicen prácticas como “el uso de la pena de muerte; ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; el arresto o detención arbitrarios, y la denegación de derechos económicos, sociales y culturales, incluido el de la salud”.
De acuerdo con las organizaciones de derechos humanos, la declaración “transmite el mensaje de que los abusos contra personas LGBT son siempre inaceptables, sin importar en dónde ocurran”.
Boris Dittrich, director de Gestión y Defensa en el Programa de Derechos de LGBT de Human Rights Watch, aseguró que la universalidad significa la ausencia de excepciones, por lo que, sin importar la región del mundo en la que se perpetren, esos abusos deben sancionarse.
El documento –que no es una resolución, sino tan sólo aclara que todas las normas sobre los derechos humanos ya aprobadas internacional o localmente son y deben ser aplicables a las minorías sexuales– fue firmado, entre otros, por Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Canadá, Cabo Verde, Chile, Colombia, Cuba, República Checa, Ecuador, Francia, Finlandia, Holanda, Israel, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Paraguay, Polonia, Reino Unido, Rumania, Suiza, Uruguay y Venezuela. No lo suscribieron Estados Unidos, algunas naciones islámicas y el Vaticano.
Los estados que firmaron la iniciativa hicieron un exhorto a todas las naciones del mundo y a organismos de derechos humanos a realizar un compromiso con la promoción y protección de las garantías fundamentales de todas las personas, con independencia de su preferencia sexual. Asimismo, demandaron que se investiguen los abusos y violaciones a los derechos humanos cometidos por orientación sexual e identidad de género; además de que se permita a los defensores de esas garantías realizar su trabajo sin obstáculos.
Cabe recordar que recientemente los 34 países miembros de la Organización de Estados Americanos aprobaron por unanimidad una declaración similar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario